Conforme a los objetivos marcados por nuestra asociación, entre ellos el de fomentar un ocio sano y en contacto con la naturaleza, el pasado fin de semana realizamos una excursión que combinó una visita cultural al Monasterio de Santa María de La Valldigna (en la comarca valenciana de la Safor) con una posterior ruta de senderismo.
Era esta una extraordinaria oportunidad para adentrarse a conocer uno de los rincones mas bellos de nuestra región; todo un grandioso valle de fuertes contrastes, paisajes insólitos, montañas de indescriptible belleza… junto a las cuales encontramos pueblos con una gran tradición y variada riqueza patrimonial.
Reunidos todos a primera hora de la mañana frente a la entrada del Monasterio, procedimos primeramente a su visita:


En la historia del monasterio se distinguen tres etapas constructivas: una primera implantación gótica del siglo XIV que forma la estructura completa del conjunto en torno al claustro, una importante renovación producida a raíz de las graves destrucciones del terremoto de 1396, y otro arreglo y enriquecimiento definitivo después del nuevo terremoto de 1644 con sustituciones completas y nuevas dependencias.
En el año 1835 tiene lugar la exclaustración y el monasterio es abandonado por los monjes y vendido a particulares. Lamentablemente acaba convirtiéndose en una explotación agropecuaria particular, y así comienza su expolio y destrucción patrimonial, con el derribo de la mayoría de las edificaciones.
En la actualidad se encuentra en permanente proceso de restauración.
Curiosamente coincidió que dentro de las dependencias del Monasterio encontramos también una exposición itinerante de esculturas del genial artista Vicente Ferrero.
Desde luego fue todo un placer poder disfrutar de obras de una grandiosidad y nobleza fuera del actual absurdo denominado “arte abstracto”; ese que hoy inunda nuestras ciudades.
Finalizada la visita cultural iniciamos la ruta de senderismo que nos llevaría hasta el Monduber (843 m)
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Dado que ya era mediodía nos detuvimos a comer y reponer fuerzas junto a la fuente. Desde allí mismo contemplábamos el camino recorrido desde el monasterio, con una formidable vista de los pueblos de Simat, Benifaio y Tavernes de la Valldigna.
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Allí disfrutamos, antes de emprender la vuelta, de unas maravillosas vistas del litoral de la comarca de la Safor; las playas y pueblos de Xeraco, de Gandia…
En definitiva, una jornada cultural y de contacto con la naturaleza que agradó a todos los participantes y que esperamos pronto volver a repetir en otros puntos de la región valenciana.
